|
Carta
abierta a Don Anxo Quintana
|
Estimado vicepresidente, prescindiré de los títulos de honor que su cargo conllevan en la esperanza de que disculpe mi atrevimiento para tratar de abreviar en lo posible. Lucía usted muy guapo en la foto que se publicó en La Voz de Galicia, en la página 2 en su edición del día 10 de diciembre de 2008. Siempre es agradable ver que un político sabe mezclarse con la plebe, sobre todo cuando no busca votos entre los mayores, como usted no hacía. Es una gran labor social dedicar un tiempo a nuestra tercera edad y hasta sacarse fotos con ellos, cosa inevitable cuando hay tantos periodistas a la caza de la anécdota. |
Enhorabuena vicepresidente, lo suyo es la asistencia social de la que tanta gala hace y con razón. Lo de menos es el baile, que cada cual baila como sabe o puede con las ancianitas dulces y con derecho a voto sí, pero ¿qué culpa tiene usted de que voten? Usted no busca eso, busca el bien de los más desfavorecidos y unos ancianos en un local calentito, celebrando una fiesta a su salud representan sin duda el sector menos atendido entre los gallegos.
Pero hay otros. Y curiosamente, no se sí atribuirlo a la maldad del editor o a su bondad, al lado de la página 2, dónde tan elegante y pinturero lucía usted, le plantan la instantánea de una mujer, con nombre y apellidos pero sin DNI en vigor, Alicia Gil, que para divertirse y por amor al arte, señor Quintana, tiene en su casa a tres discapacitados, a saber, su padre, en cama con demencia senil, su madre, diez años ya en cama, con Alzheimer, y su hijo, con atrofia muscular espinal, también en cama. Vamos, que más que una casa parece un hospital.
Ella también aparece en una foto Señor Quintana, pero en esa foto no sale usted. No hay baile, ni alegría. Vemos a sus familiares en sus camas y la imagen de Alicia Gil, que les cuida, mezcla de desesperación y de rendición, pero no rendición ante la enfermedad sino ante la Xunta de Galicia y concretamente, ante su Vicepresidencia.
Hace año y medio, Alicia solicitó las ayudas para poder cuidar a las personas que cuida, ella necesita quien le ayude en la casa, ya no con los familiares sino con los quehaceres diarios. A día de hoy, solo cobra 345 € por el hijo. La Xunta aduce, señor Quintana, que no se creen que esta señora cuide de tres familiares. Mire la foto. Hace un tiempo, incluso llegó a cuidar de cuatro, su suegra y un cuñado parapléjico incluidos, pero ella no se queja de eso, asume que es su familia y que le toca hacerlo. Pero claro, si las ayudas existen y no solo a nivel teórico, ella tiene derecho a solicitarlas. ¿Y sabe cuál es una de las razones de que su expediente esté paralizado, señor Quintana? Pues se va a reír, pero a Alicia le caducó el DNI y no ha tenido tiempo de ir a renovarlo, supongo que tres discapacitados le impiden ir a la comisaría de policía a cumplir con un trámite que le debieran facilitar.
Porque la Ley debe ser justa y la justicia, debe ser flexible. Y hay casos y casos, supongo que afortunadamente no tan extremos como el de Alicia Gil pero seguro que desesperados. Según las cuentas que ustedes mismos manejan, solo el 20 % de los que solicitaron alguna ayuda, la están cobrando. Señor Quintana, reserve un baile en su carné para Alicia Gil y facilítele un poco la vida. Es solo un voto pero por algo se empieza.
Claudio
Si deseas contestar a este artículo o comentarlo puedes hacerlo escribiéndome a la dirección: claudio@noticiario.net , tu mail será publicado aquí.
Noticias
y Artículos de Interés |
Condiciones Generales de Noticiario.Net © 2002 - 2015 www.noticiario.net . Todos los derechos reservados . Marca Registrada |